El suelo radiante es un emisor térmico instalado bajo el suelo de la habitación a climatizar.
El suelo radiante se coloca entre el forjado o la solera y el pavimento. El pavimento es el encargado de transmitir el calor a la habitación, generalmente por radiación en el orden de un 70% del calor, pero también por convección a través del aire.
Existen dos tipos principales de suelo radiante en cuanto a su principio de funcionamiento:
Está formado por un conjunto de circuitos de tubos por los que circula el agua, generalmente caliente para calefactar, pero también fría para refrigerar.
El agua constituye el medio a través del cual se transporta el calor.
El generador de calor que calienta o enfría el agua es independiente.
El suelo radiante o refrescante por agua se utiliza en aerotermia con grandes ventajas.
Está formado por un conjunto de resistencias eléctricas que producen calor.
El suelo radiante eléctrico es en sí mismo el generador de calor a partir de la electricidad como fuente de energía primaria.
El suelo radiante eléctrico no se utiliza con aerotermia debido a que sus principios de funcionamiento son totalmente distintos.
El suelo radiante es el emisor de calor más confortable, por los siguientes motivos:
El suelo refrescante puede ser el mismo que el suelo radiante, salvo que se utiliza agua fría en lugar de agua caliente.
La aerotermia es el sistema de generación de calor ideal para su utilización con suelo radiante y refrescante, por los siguientes motivos:
El suelo radiante de agua caliente producida por aerotermia funciona del modo siguiente: